Nuestro estilo de vida influye en efectos tan globales como el
efecto invernadero, la lluvia ácida o el deterioro de la capa de ozono
LA CIUDAD COMO ECOSISTEMA
Podríamos señalar tres hechos que son materia de preocupación para la sociedad:
El posible cambio climático ocasionado por el denominado "efecto invernadero" y la disminución de la capa de ozono de la estratosfera.
El incremento de radiaciones de alta energía en la superficie de nuestro planeta como consecuencia también de esa destrucción del ozono estratosférico.
El deterioro de los ecosistemas y los materiales terrestres ocasionado por la lluvia ácida.
Lluvia ácida: causas y efectos
Como consecuencia del arrastre de diversas sustancias, componentes naturales del aire, partículas sólidas, y debido fundamentalmente a la disolución del dióxido de carbono en el agua de lluvia, ésta tiene una ligera acidez que oscila entre valores de 5,5-5,7 unidades de pH.
Se ha medido el grado de acidez del agua de lluvia en zonas donde existía una elevada concentración de ciertos contaminantes y se ha visto que su pH es mucho más bajo de lo normal, de hecho algunas lluvias llegan a tener pH del orden de 4,2-4,3, lo que indica un grado de acidez muy alto, esto es lo que conocemos con el nombre de "lluvia ácida", denominación con la que se designa cualquier agua de lluvia de pH inferior al natural de 5,5.
¿Cuáles son las causas del incremento de acidez del agua de lluvia?
Son fáciles de resumir: el modo de vida que hemos desarrollado ha incrementado la emisión a la atmósfera de determinados gases que son capaces de experimentar una serie de reacciones químicas que los transforman en ácidos al disolverse en el agua de lluvia.
¿Cuáles son estos gases y qué actividades originan su emisión?
Principalmente son dos: el dióxido de azufre (SO2, se estima que contribuye en un 60-70%) y los óxidos de nitrógeno (NOx, contribuyen en torno al 30%); el porcentaje restante, en torno a un 6%, sería responsabilidad de otras especies químicas.
¿Qué actividades humanas originan la emisión de estos gases?
Todos ellos son consecuencia de los procesos de combustión. Los óxidos de azufre se emiten al quemar combustibles de baja calidad, que contienen azufre, en general son carbones o fracciones pesadas del petróleo.
Los óxidos de nitrógeno se producen, en mayor o menor cantidad, en todas las reacciones de combustión por reacción del oxígeno y nitrógeno del aire a temperaturas elevadas.
Tengamos en cuenta que los procesos de combustión son unos de los que más habitualmente efectuamos, tanto a nivel doméstico (calefacciones), como a nivel industrial (obtención de energía eléctrica por vía térmica, combustiones en calderas,) y que los medios de transporte, individuales y colectivos, incorporan motores en los que se queman combustibles de mejor o peor calidad.
¿Qué daños origina la lluvia ácida?
La lluvia ácida causa multitud de efectos nocivos tanto sobre los ecosistemas como sobre los materiales. Intentemos sintetizarlos:
COMPOSICION QUIMICA DEL AIRE
GASES
% EN VOL.
TIEMPO PERMANENCIA
PERMANENTES
Nitrógeno
N2
78,08
10.000.000 años
Oxígeno
O2
20,95
5 X 10.000 años
Argón
Ar
0,93
-/-
Helio
He
0,00052
100.000.000
Neón
Ne
0,00018
-/-
Krypton
Kr
0,0001
-/-
Xenon
Xe
0,000008
-/-
VARIABLES
Dióxido Carbono
CO2
0,03
15 años
Metano
CH4
0,00015
5 años
Hidrógeno
H2
0,00005
7 años
Monóx. Dinitrógeno
N2O
0,00002
8 años
Ozono
O3
0,000002
2 años
MUY VARIABLES
Agua
H2O
entre 0,01 y 5
10 días
Monox. Carbono
CO
0,00001
1/2 años
Amoniaco
NH#
0,0000006
7 días
Dióx. Nitrógeno
NO2
0,0000001
6 días
Dióx. Azufre
SO2
0,00000002
3 días
Sulfuro de Hidrógeno
H2S
0,00000002
2 días
- Aumentan la acidez de las aguas de ríos y lagos, lo que se traduce en importantes daños en la vida acuática, tanto piscícola como vegetal.
- Aumenta la acidez de los suelos, lo que se traduce en cambios en la composición de los mismos, produciéndose la lixiviación de nutrientes importantes para las plantas, tales como el calcio, y movilizándose metales tóxicos, tales como el cadmio, níquel, manganeso, plomo, mercurio, que de esta forma se introducen también en las corrientes de agua.
- La vegetación expuesta directamente a la lluvia ácida sufre no sólo las consecuencias del deterioro del suelo, sino también un daño directo que puede llegar a ocasionar incluso la muerte de muchas especies.
- El patrimonio construído con piedra caliza experimenta también muchos daños, pues la piedra sufre la siguiente reacción química, proceso conocido como mal de la piedra: CaCO3 (piedra caliza)+H2SO4 (lluvia ácida) ----> CaSO4 (yeso) + CO2 + H2O es decir, se transforma en yeso, y éste es disuelto por el agua con mucha mayor facilidad y además, al tener un volumen mayor, actúa como una cuña provocando el desmoronamiento de la piedra.
- Los materiales metálicos se corroen a mucha mayor velocidad.
Nuestro papel es múltiple pues, por un lado, somos ciudadanos capaces de plantear exigencias a la Administración, y por otro, somos generadores directos de contaminación y consumidores de bienes o servicios, por lo que deberemos desarrollar una actitud personal favorable al medio ambiente en todos estos campos.
En lo que respecta a nuestro comportamiento frente a la Administración debemos exigir medidas de política medioambiental encaminadas a lograr el desarrollo de una sociedad con un modo de vida cada vez más respetuoso con la naturaleza; así mismo es importante ejercer el derecho a la libertad de acceso a la información sobre medio ambiente y el derecho a intervenir en la evaluación del impacto ambiental de los grandes proyectos y a la comprobación del comportamiento de las grandes empresas (públicas y privadas) mediante el acceso a los inventarios de emisiones, vertidos y residuos y auditorías medioambientales.
En cuanto a nuestro comportamiento como consumidores, debemos tender a potenciar el consumo de artículos y servicios en cuya fabricación o generación se empleen técnicas respetuosas con el medio ambiente: es una manera muy eficaz de obligar a las empresas a incorporar en su producción tecnologías limpias.
Por último, en el campo de la actividad cotidiana, debemos tender a una menor generación de contaminantes, reduciendo y racionalizando:
- El consumo de energía y potenciando el empleo de energías limpias, hay muchas acciones individuales que pueden implicar una reducción del consumo energético: aislar las viviendas, no despilfarrar la luz, utilizar bombillas de bajo consumo, controlar el empleo de calefacciones,
- El uso de transportes con motores de combustión, en este sentido las opciones son múltiples: menor uso del vehículo, empleo de transporte público, transportes no contaminantes,
- El consumo de envases no reciclables, potenciando además la recogida selectiva de residuos y el reciclado de todo tipo de artículos, el consumo energético es menor al fabricar muchos productos como el papel, metales, etc a partir de los correspondientes materiales reciclados.
- El consumo en general, asumiendo la falsedad de la igualdad "calidad de vida" = "cantidad de consumo". Es necesario que incorporemos a nuestro pensamiento y código de comportamiento conceptos como el desarrollo sostenible; parámetros de medida de bienestar distintos de indicadores meramente económicos, que comprendamos que el mundo es único y que, no por tener el privilegio de habitar en una zona con un grado de desarrollo mayor, tenemos derecho a despilfarrar recursos y materiales.
Todo ello nos llevará a reducir el consumo y a modificar nuestros parámetros de elección, prefiriendo artículos y servicios producidos por medio de técnicas respetuosas con el medio ambiente, con lo que disminuirá la cantidad de energía empleada y las empresas se verán obligadas a adoptar tecnologías limpias.
Podríamos terminar insistiendo en que nada de lo que hagamos es indiferente respecto al medio ambiente. Es preciso analizar nuestro comportamiento, nuestras costumbres, reflexionar acerca de ellas y potenciarlas si son respetuosas con el medio, por el contrario, tratar de cambiarlas si constituyen un atentado -aunque sea pequeño- respecto al mismo, es decir, podríamos hacernos una "auditoría medioambiental personal".
Problema de contaminación a escala local
Los habitantes, la naturaleza y el patrimonio que constituye una ciudad sufre, además de los tres grandes problemas de contaminación atmosférica mencionados, la acción de otros muchos contaminantes que habitualmente se emiten a la atmósfera al desarrollar actividades que resultan habituales en nuestro modo de vida. Sería de interés comentarlos, aunque sea brevemente, pues son sustancias que, cada vez con más frecuencia, figuran en las informaciones que, de manera habitual, se dan a conocer en las ciudades, mediante prensa, paneles anunciadores, para que sus habitantes tengan conocimiento de la calidad del aire que respiran.
- Monóxido de carbono (CO), producido por combustión incompleta de materiales carbonados. Altamente tóxico para el ser humano y animales en general.
- Dióxido de azufre (SO2), lo hemos mencionado al hablar de la lluvia ácida; además de ser una de sus causas, es un gas irritante que ocasiona efectos nocivos sobre la salud humana, materiales y plantas. Su efecto se acentúa en presencia de ciertas partículas.
- Hidrocarburos o Compuestos Orgánicos Volátiles, emitidos como consecuencia de la combustión incompleta de combustibles líquidos (transporte), incineración de residuos y procesos industriales. Poseen una toxicidad variable y están implicados en la formación de la neblina de contaminación ("smog fotoquímico o seco" de las grandes ciudades). Este smog es una mezcla muy compleja de compuestos de alto poder de oxidación que originan efectos muy nocivos sobre los seres vivos y algunos materiales.
- Oxidos de nitrógeno (NO y NO2), generados en los procesos de combustión. Tienen una toxicidad media, pero contribuyen también al smog fotoquímico y al fenómeno de lluvia ácida ya mencionado.
- Ozono, se refiere al generado en las capas bajas de la atmósfera y que forma parte de las neblinas de contaminación ya citadas. Es irritante y tóxico para el ser humano, también afecta de manera importante a materiales poliméricos al ser un fuerte oxidante.
- Partículas, son especies sólidas o líquidas en suspensión en el aire; su origen es muy diverso, originan efectos dañinos según tamaño y naturaleza, tanto sobre las personas y seres vivos, como sobre los materiales (por ejemplo, el plomo procedente de las gasolinas).
Bibliografía
- "Calidad del Aire en España". (Series Monográficas). AA.VV. (1993) Dirección General de Política Ambiental. MOMPTA. Madrid
- "Cuadernos de Contaminación Atmosférica". (Series Monográficas). AA.VV. (1994) Dirección General de Política Ambiental. MOPTMA. Madrid
- "El Clima". AA.VV. (1991) Libros de Investigación y Ciencia. Ed. Prensa Científica Barcelona.
- "El Efecto Invernadero". Mundo Científico, nº 126. Julio - Agosto 1992. Ed. Fontalba (Barcelona)
- "El Efecto Invernadero. El desastre de mañana, hoy". Jon Erickson. (1992) Serie MacGraw-Hill de Divulgación Científica. Ed. MacGraw-Hill. Madrid.
- "Glosario de Contaminación del Aire". (Textos y Documentos) Secretaría General de Medio Ambiente. MOPT. Madrid, (1987)
- "La Capa de Ozono. La Tierra en Peligro". Marshall Fischer. (1995). MacGraw-Hill de Divulgación Científica. Ed. MacGraw-Hill. Madrid.
- "La Contaminación Atmosférica". Dereck Elsom. (1990). Ed. Cátedra. Madrid
- "Lluvia Acida. Impacto Ambiental de las Grandes Instalaciones de Combustión". Humberto Da Cruz (coordinador). (1989) Fed. Amigos de la Tierra. Buró Europeo de Medio Ambiente. Miragüano Ediciones. Madrid.
- "Química Ambiental. Contaminación del Aire y del Agua". Stocker-Seager. (1989).Ed. Blume. Madrid.
- "Química Atmosférica. Origen y Efectos de la Contaminación". Xabier Doménech. (1995). Miragüano Ediciones. Madrid.
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